Tanto las personas VIH negativas como las positivas pueden desarrollar candidiasis. Muchas mujeres experimentan infecciones micóticas (por hongos) vaginales, del tipo de la candida. Igualmente, una persona puede experimentar un crecimiento desmedido del hongo en la boca o en la parte posterior de la garganta. El estrés, una dieta deficiente o no descansar lo suficiente, podrían contribuir a estos problemas. También, una persona que esté tomando antibióticos debido a una infección bacteriana, especialmente por períodos prolongados de tiempo, puede desarrollar hongos en la boca o en la vagina. La candidiasis en la boca (afta micótica oral) también puede aparecer en las personas que usan esteroides inhalatorios, como aquellos que se usan para tratar el asma y otros problemas pulmonares.
Una higiene oral deficiente y el hábito de fumar, también pueden propiciar el crecimiento desmedido de hongos en la boca. El uso excesivo de alcohol y el consumo de azúcar, también han sido asociados al desarrollo de candidiasis.
En las personas VIH positivas, las aftas micóticas orales y las infecciones micóticas vaginales pueden desarrollarse en cualquier momento, sin importar cuales sean los recuentos de las células CD4. Cuanto más dañado esté el sistema inmunológico, mayores son las probabilidades de que se desarrollen y se repitan más frecuentemente. Las personas VIH positivas que tienen el sistema inmunológico dañado (usualmente con un recuento de células CD4 menor de 200), también tienen mayores probabilidades de desarrollar candidiasis en áreas más profundas del cuerpo, como él esófago y los pulmones. Al igual que con muchas otras infecciones oportunistas, la candidiasis puede mejorar o volver a aparecer con menos frecuencia si el tratamiento antiretroviral aumenta el recuento de células CD4 de manera significativa.
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